Pilons’ street
Una vez solucionado el tema de las grietas, después de largas negociaciones con el ayuntamiento, la normalidad volvió a la calle. Muchos vecinos estacionaban sus coches en ella, lo cual impedía el paso de los vehículos de emergencia. Un incendio en una de las casas de la calle dejó en evidencia la necesidad de impedir aparcar. El ayuntamiento decidió colocar los pilones.
Los vecinos encontraron exagerado el número de pilones, y también pensaban que el color original (el gris) era muy triste. Ya entonces se habló de pintarlos y bautizar la calle con el nombre de Pilons’ Street.